Antes del plástico y del acero inoxidable, existió el peltre.

Limpio y seguro

Hasta el siglo XVIII se cocinaba en ollas y sartenes de hierro, lo cual era poco salubre. El esmalte fue la manera que encontraron los herreros para recubrir el metal y producir utensilios de cocina limpios y seguros. El peltre se convirtió así en el primer material ascéptico de la historia, al punto de que fue durante mucho tiempo el material por excelencia de los utensilios hospitalarios.

Divino y versátil

El peltre fue muy popular antes de la aparición del plástico y del acero inoxidable y tuvo toda clase de terminados en diferentes lugares del mundo: desde el peltre blanco con borde de color, pasando por el peltre de color salpicado con puntitos de color, hasta el peltre decorado con motivos florales y fondos en degradé.

Industrial y artesanal

El trabajo manual sigue siendo parte fundamental del proceso de fabricación del peltre. Una vez troqueles y moldes le han dado forma al recipiente metálico, empieza un lento y cuidadoso proceso artesanal de esmaltado y horneado. Eso es justamente lo que produce las ligeras variaciones que le dan al peltre ese carácter e imperfecta belleza que adoramos.

Imagen 1: autor Daniel Rodríguez. / Imagen 3: Bejamín de la Calle